En el Salmo 73: 15 dice: “Y a quién tengo en los cielos si no a ti, fuera de ti, nada deseo en la tierra”. Cuando uno reacciona, realmente se da cuenta que ese es el anhelo más grande del corazón que uno pueda tener.
Si realmente estamos comprometidos con Dios, enamorados de Dios, nos vienen las demás cosas. Cuando tú buscas realmente el reino de Dios, las demás cosas te son añadidas, las bendiciones de Dios te buscan a ti.
Dios no se deja ver, lo que muestra son sus obras, y si tú no dejas que cumpla en ti lo que desea, ¿qué obra podemos mostrar de Dios? Tú dices: “No quiero, para qué tanto, no lo necesito”. Pero, pregúntale a Dios si es Él que necesita bendecirte para poderle decir al resto del mundo: “así tengo Yo a los que me sirven”. ¿Acaso Jesús no dijo: “Si no creen a mis palabras, crean a mis obras”? Tú eres una obra de Dios y debes avanzar en todo lo que haces para poder decir un día: “Dios ha sido bueno conmigo y fiel. Todo lo ven en mí, todo lo que miran, todo lo que tocan, todo lo que tengo se lo debo a Dios”.
RECUERDE QUE PARA EL SER HUMANO ES INDISPENSABLE VIVIR EN ARMONIA CON CADA UNA DE SUS DIMENSIONES, LA ESPIRITUAL ES UNA DE ELLAS, QUIZAS LA MÁS IMPORTANTE.
Si tiene problemas y no sabe CÓMO AFRONTARLOS... Si quiere DAR UN GRIO A SU VIDA y NO SABE CÓMO... Si está atrapado en un laberinto e ignorar cómo salir de él... AQUI ESTÁ LA SOLUCIÓN. DENTRO DE USTED ESTÁN LAS CAPACIDADES, pero quizás nadie le dijo cómo usarlas.
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